El Castillo de Buda es sin duda una de las imágenes más conocidas de Budapest junto con el Puente de las Cadenas. El castillo también es conocido como Palacio Real, ya que antiguamente fue la residencia de los reyes de Hungría.
La fortaleza original, de estilo gótico, se terminó de construir en
1424, bajo el Emperador Segismundo. Fue Matías Corvino el que transformó
este castillo en un palacio renacentista, e hizo modificaciones y
ampliaciones. Luego estuvo bajo dominio turco por unos 150 años.
Cuando los turcos abandonaron Hungría, el palacio estaba casi en
ruinas. Quedó abandonado, ya que los Habsburgo construyeron en las
inmediaciones un palacio más pequeño, entre 1714 y 1723. Fue bajo el
reinado de María Teresa, en 1749, que el palacio se amplió a 203 salas.
Actualmente, el Castillo de Buda alberga la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest.
Del Castillo de Buda destacaríamos dos aspectos fundamentales: el primero, el imponente conjunto que forma con el Puente de las Cadenas, sobre todo por la noche cuando se encuentran iluminados, y, el segundo, las vistas que obtenemos desde lo alto de la colina, similares a las obtenidas desde el Bastión de los Pescadores.
Además
del castillo en sí, en la colina de Buda encontraréis muchas atractivas
callejuelas en las que perderos sin rumbo durante un par de horas.
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