El bastión de los pescadores, en la colina que se levanta en la parte de Buda, sobre el Danubio, es un lugar impresionante que es totalmente obligado visitar en la capital húngara. Su majestuosidad y grandeza se ven desde cualquier punto de la ciudad, pero cuando se está en su interior es cuando uno se da cuenta del increíble lugar en el que se está.
El Bastión fue construido en 1905 y se bautizó así por encontrarse en la parte de muralla que defendían los pescadores de la zona en la edad media. Desde arriba se pueden disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, con el Danubio a los pies, el puente de las cadenas y al fondo, el Parlamento. Además, hay una increíble vista de la parte de Pest.
El monumento tiene siete torres que se pueden ir visitando mientras se da un paseo tranquilo. Sus siete torres conmemoran a las siete tribus fundadoras Hungría. En la fortaleza se encuentra una estatua de Esteban I a caballoTodo el recinto está amurallado y en el interior se encuentran el palacio, un castillo y la iglesia de San Matías, entre otros monumentos.
Todo el conjunto es como una ciudad medieval en la que parece que el tiempo no ha pasado, debido a las murallas, los torreones y las calles de grandes adoquines. Por la noche, la imagen es aún más "auténtica" debido a las luces, que le dan a todo el recinto un tono rojizo de gran belleza.
El Bastión fue construido en 1905 y se bautizó así por encontrarse en la parte de muralla que defendían los pescadores de la zona en la edad media. Desde arriba se pueden disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, con el Danubio a los pies, el puente de las cadenas y al fondo, el Parlamento. Además, hay una increíble vista de la parte de Pest.
El monumento tiene siete torres que se pueden ir visitando mientras se da un paseo tranquilo. Sus siete torres conmemoran a las siete tribus fundadoras Hungría. En la fortaleza se encuentra una estatua de Esteban I a caballoTodo el recinto está amurallado y en el interior se encuentran el palacio, un castillo y la iglesia de San Matías, entre otros monumentos.
Todo el conjunto es como una ciudad medieval en la que parece que el tiempo no ha pasado, debido a las murallas, los torreones y las calles de grandes adoquines. Por la noche, la imagen es aún más "auténtica" debido a las luces, que le dan a todo el recinto un tono rojizo de gran belleza.
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