Reconocido por la gran lista de castillos que se pueden encontrar en todo su territorio, sobresale en Rumanía el Castillo de Corvin, que es el más grande de todos los que hay en el país, construido en el Siglo XIV. El Rey Segismundo le entregó estas instalaciones a Voicu Corvin, y así pasó a ser la residencia de su familia.
La silueta del castillo es de por sí intimidante, algo así como el estereotipo de los castillos embrujados, aunque por supuesto, con una singular belleza arquitectónica. También conocido como castillo Corvins, posee un gran tamaño siendo una joya del arte medieval. Su estilo podría enmarcarse en el gótico con intervenciones renacentistas y barrocas.
Cuenta con torres de defensa, un puente levadizo, un patio interior, dos grandes salones y se encuentra elevado sobre una roca. Está situado en Hunedoara, una ciudad cerca de los montes Cárpatos. El castillo, es atendido por el municipio, y usualmente, utilizado en filmaciones y películas sobre temática medieval.
Una parte interesante de la historia en el lugar tiene que ver con una leyenda del pozo que se encuentra cerca de una capilla del siglo 15. El pozo fue excavado por tres presos turcos a quienes Juan Hunyadi prometió su libertad si alcanzaban el agua. El trío de prisioneros excavaron en la roca durante 15 años y a 28 metros de profundidad se las arreglaron para encontrarla.
Mientras tanto, Juan Hunyadi había muerto y su esposa decidió no respetar la palabra de su marido, optando en su lugar por matar a los tres presos. Como un último deseo los tres turcos pidieron permiso para escribir en un trozo de piedra en el pozo una inscripción que dice: “es posible que tenga agua, pero no tiene alma".
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