
Tras la expulsión de la familia real, en el año 1948, el Castillo de Bran pasó a propiedad del estado rumano. Desde 1956 el castillo fue abierto como museo de historia y arte feudal.
En realidad es una fortaleza medieval con funciones defensivas y de control del camino comercial que conectaba Valachie y Transilvania. Sus muros están construidos en ladrillo y piedra y tiene múltiples torres de vigilancia.
Ya que tenía un estado avanzado de abandono, empezaron las obras de restauración en el año 1987 cuales finalizaron en 1993.
Es interesante la visita del castillo porque conserva su mobiliario original, sus diferentes estancias con su mobiliario y enseres. El castillo de Bran es uno de los monumentos más valiosos de arquitectura medieval de Rumania, con atributos históricos, militares y económicos, siendo conocido por los turistas bajo el nombre del Castillo de Drácula.
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